domingo, 7 de febrero de 2010

Victoria ante Atlante


Con partidazo del leonés José Híbert Ruiz, León amanece de superlíder de la Liga de Ascenso tras vencer anoche 2-1 al Potros Neza.
La primera anotación del ‘Exorcista’ Mateo Fígoli con los Verdes parecía abrir el camino para una goleada, pero la filial del Atlante vino a demostrar su potencial pese a ser el único cuadro que no ha sumado en la temporada.
Los 11 puntos de los verdiblancos obedecen sin duda al orden táctico que mostraron en tanto se vieron empatados en la pizarra y postrer a la expulsión del central Nacho González, situación que mantuvo en vilo a una afición que casi llenó el Estadio León.
El trámite parecía fácil, pues los números presentaban al más débil, con varios ex jugadores del León y un anterior entrenador que salió con bronca de este suelo, pero la exigencia fue creciendo de a poco.
En el dibujo de Mario García, con sus cinco defensas parapetados y al frente sólo un hombre de importancia, Atlante Neza navegó con una confianza extraordinaria, tomando en cuenta que el ‘Nano’ Mercado y David Velázquez, además de que conocen la cancha, saben que la afición muy pronto se desespera.
El juego fue monótono, porque en medio campo navegó sin cesar un Gabino Velasco que no pudo establecer el dominio de locales, pero gracias a lo que hizo Híbert Ruiz, de a poco cambió la situación.
Desde el fondo, el León fue insistente, con el debutante Alcántar en el sitio de Pineda, taladrando por encima de un medio campo muy poblado, en el que Jaramillo y Navarrete querían tapar todo.
Una inteligente triangulación de parte de Híbert sobre Mario Ruiz y luego ante el movimiento de Mateo Fígoli, le dio al León un gol que fue trabajado, pues la zaga de los azulgranas estaba funcionando a la perfección.
Ni ‘El Chuleta’ en primera instancia, batallando desde el medio terreno, ni Casartelli, pudieron ofrecer su mejor juego, primero por lo que planteó Mario García y después por lo que gente como David Velázquez o Abdiel Villa demostraron.
Esos auténticos héroes del Potros Neza fueron cruciales en la reacción, precisamente cuando el partido estaba en apariencia controlado.
Un pase largo de Villa dejó solo a José Omar Cervantes para que tirase, sin contemplaciones ni miradas, un balón que por vez primera se dio en el marco de Toño Pérez.
La grosería de los potrillos fue chiflada por los aficionados, ávidos de una reacción inmediata que estuvo muy cerca de gestarse, pero el arquero Gerardo Ruiz lo impidió con una gran atajada postrer al cabezazo de Casartelli.
‘Chuletazo’ que resuelve
Si de por sí estaba tibio y a la vez frágil el arbitraje de Mario Villa, las faltas o el fingimiento de las mismas estuvieron de a peso, con el ‘Maldini’ Velázquez y Mercado amonestados en el inicio del complemento.
No obstante, el cuadro de casa fue mucho mejor, aportando gente adelante con el cambio de Luis Nieves en el sitio de Ceja, con lo que se anunciaba un ataque constante.
Así fue, León fue amo y señor principalmente del medio campo, en el que Mario Ruiz tomó un papel protagónico, dejando en manos y pies de Fígoli una reacción necesaria.
Empatado el juego, Potros no apostó por parapetarse, en cambio, con Banda bien abierto, generó futbol pero no le alcanzó para un dominio pleno.
León intentó con un Luis Nieves impetuoso, revolucionado, pero ineficaz en la búsqueda de la pelota, cargado a sector derecho, donde los azulgranas reforzaron en el entendido del ataque leonés.
El juego se resolvió en la pizarra con un golazo de Orozco, habilitado en el centro por Ruiz, quien abrió el espacio, además de los huecos que dejaron Casartelli y Nieves, con lo que el ‘Chuleta’ venció a Ruiz con lujo de facilidad.
Todo apuntaba a una goleada, pensando en que los jóvenes atlantistas no meterían las manos con una delantera temible, pero el árbitro completó el show cerca del final con la segunda amarilla de Nacho González y su expulsión.
Faltaban cerca de 15 minutos más lo que agregó el juez, para que León sellara su triunfo. Ya había ingresado René Ruvalcaba en el sitio de Alcántar, pero los Verdes se notaron frágiles, al grado que la zaga y el propio arquero se emplearon a fondo.
Fue el caso de una providencial barrida de Caniza, cuando el recién ingresado Fausto Ruiz se quedó a centímetros del mano a mano. Faltaba poco para el final. Los seis minutos que añadieron los árbitros fueron eternos, por una parte debido a la insistencia visitante y por otra, por ver al León metido atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario