Leon 1, Cruz Azul 1

Con uñas y dientes, León conservó el invicto en la Liga de Ascenso al igualar a un gol con Cruz Azul Hidalgo.
Un trámite extraordinario estaba pasando la Fiera en su visita al 10 de Diciembre, pues la pelota se negaba a entrar al marco de un crecidísimo Javier Caso, el hombre de la tarde, pero a falta de dos minutos para la conclusión, un sólido frentazo de Carlos Casartelli evitó el primer descalabro de los Verdes.
El argentino pasó en sólo un segundo de villano a casi héroe, pues de haber entrado por lo menos una de las claras que dejó ir a bocajarro, León tendría que haber atrapado su primera victoria como visitante.
Más allá de que regaló el primer tiempo, apostando más por el orden que por la profundidad, por la comodidad que por la ambición, el equipo de José Luis Salgado no gravitó en el campo, ya que la inclusión de Gabino Velasco de inicio, le restó profundidad, toda vez que mientras se entiende con Nacho Carrasco, su labor se limita a tocar sobre los costados.
Eso fue muy bien leído por los celestes, que de la mano de Héctor Gutiérrez y Mario Ortiz, dieron toque para intentar con el peligroso Diego Jiménez.
Al no animarse, León fue invitando de manera paulatina a un Cruz Azul voluntarioso, que se dejó llevar con movilidad al frente, haciendo ver mal por momentos a los centrales Nacho y Denis.
Antes del golazo con el que se abrió el marcador, el cuadro local tocó fuerte la puerta con una gran acción de Mario Ortiz, quien penetró con un buen movimiento por derecha y su diagonal fue a la entrada del ‘Pepito’ Martínez, cuyo tiro fue rechazado por Pérez.
En el contrarremate, Diego Jiménez no logró contactar en un tanto que parecía cantado al minuto 14.
León respondió con una evolución interesante de Ceja por costado de la derecha, dejando en solitario a Mario Ruiz, quien se asustó al ver de cerca a Caso, lanzó un centro bombeado pero Casartelli no alcanzó a rematar.
Soso, con poco futbol transcurrieron jugadas en las que los cementeros acusaron inocencia, pero en el lado verde sólo despertaron hasta que sacaron la pelota de su arco.
Era el minuto 25 cuando en un segundo aviso de Mario Ortiz, Caniza no tuvo más que detenerlo de forma ilegal en una infracción a la postre costosa.
Ya Carrasco leía las intenciones del ‘Pepito’ pues junto a otro ex verde, ‘Taki’ Jiménez, se pusieron detrás de la bola para ‘destantear’ a la barrera. El cobro del jugador cementero fue perfecto.
Fue entonces que los leoneses reaccionaron como si tuviesen un rejón encima, queriendo abrir el campo, mejorando en actitud. Heridos en el orgullo.
Al 30’ la tuvieron clara, con espléndido regalo del ‘Chuleta’ sobre Casartelli, quien remató sobre el cuerpo de Caso y en una segunda y muy clara, la volvió a rebotar en el cancerbero.
El cambio de rostro
Con Alejandro Corona en el sitio de Ceja, León fue otro, al menos en el diseño para atacar, ya que se lograron desplegar mucho mejor, comenzó a aparecer Figoli, Pineda y el trabajo de Carrasco fue más notorio.
Lejos de un par de acciones más atropelladas y en medio de rebotes, Cruz Azul y su técnico renunciaron al ataque, firmaron el finiquito demasiado temprano y sólo les faltó el camión, las hieleras y el aguador para ponerlos a un lado de Caso, que por cierto, no los necesitaba.
El portero de Cruz Azul Hidalgo se lució con al menos dos brillantes atajadas, uno más a remate de Casartelli quien no supo definir, y otro que sacó de manera espectacular a ‘palomita’ de Orozco.
Rejego a entrar, el balón coqueteó con meterse por segunda vez en la portería de Pérez, que vio cómo el ‘Taki’ lo voló a servicio de Parra, que tenía un minuto en la cancha.
Con esos ingredientes de ex verdes sublimados y el esfuerzo comiendo los nervios de los jugadores, la cuarta anotación de Casartelli llegó como premio a ese nuevo equipo León, que fabricó en 45 minutos más acciones de gol que sumando sus otros juegos.
Aunque sabe a poco, este segundo empate fuera de casa los mantiene en la pelea y acrecienta la ilusión por el rostro con ceño fruncido, con las heridas abiertas y un cuchillo entre los dientes. Ese León sí gusta.